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ADRIÁN VALADÉS, PERIODISTA E INVESTIGADOR RENOMBRADO





Autor: Sealtiel Enciso Pérez

Recordar a aquellas personas que vivieron en la Sudcalifornia antigua y que se preocuparon por legarnos sus investigaciones y documentos que dieran más luz sobre esta tierra, es algo que debe ser permanente. Ellos son faro y puerto para los cronistas-investigadores, son acicate para que las nuevas generaciones nos sintamos apoyados y fortalecidos en este trabajo de estructurar la historia de nuestra patria chica. En este caso traigo a ustedes una interesante biografía que realizó el investigador emérito Miguel León-Portilla sobre la vida y obra de Adrián Valadés.

“De don Adrián Valadés sabernos que nació en Mazatlán el 8 de septiembre de 1842 y falleció en Guaymas el 26 de noviembre de 1918. Teniendo cerca de diecinueve años de edad, o sea hacia 1861, Valadés llegó a establecerse en la dudad de La Paz, capital entonces de la totalidad de la península de California. Allí pasó luego la mayor parte de su vida —cerca de cincuenta años—, ya que no salió en definitiva sino hasta los principios de la Revolución, por el año de 1911, en que se trasladó al Estado de Sonora.

Durante su larga permanencia en Sudcalifornia, donde contrajo matrimonio y formó su familia, don Adrián tuvo ocasión de participar, de diversas formas, en la vida y los intereses del lejano y casi olvidado Territorio. Inclinado desde los días de su juventud al estudio de la literatura y la historia, pronto se despertó en él algo más que una afición por investigar acerca del pasado bajacaliforniano.

Tras haber establecido por cuenta propia una imprenta en La Paz, se dedicó por algún tiempo a publicar un periódico, El Correo de La Paz. En él, incluyó diversos ensayos, obra suya, sobre asuntos californianos. Su interés por la que llegó a considerar como patria chica de adopción, lo llevó a participar también en la política local. Así, en varias ocasiones, de 1880 a 1882 y de 1884 a 1885, actuó como Secretario del Ayuntamiento de La Paz.



En su calidad de periodista, de funcionario público y de hombre de apreciable cultura, don Adrián logró dedicar bastante tiempo a investigar, por todas las formas a su alcance, acerca del pasado bajacaliforniano. Por una parte adquirió cuantos libros pudo sobre dicho tema y, por otra, consultó ampliamente los archivos locales y recogió, de viva voz, testimonios de personas que habían participado en algunos de los acontecimientos de mayor significación histórica en Sudcalifornia.

Resultado de sus afanes fueron precisamente los numerosos artículos que publicó en El Correo de La Paz y asimismo en algunas revistas de la ciudad de México. Justamente los trabajos que, muchos años más tarde y por gestiones de su hijo, se reunieron para integrar el ya mencionado libro “Temas históricos de la Baja California”, constituyen una selección de los numerosos ensayos sobre asuntos históricos redactados por don Adrián.

Otra obra, de mucho mayor aliento, preparó bajo el título de “Historia de la Baja California”. En ella quiso expresar sus propios puntos de vista sobre lo ocurrido a lo largo de buena parte del siglo XIX en la península. De hecho, por lo que toca al lapso comprendido entre los años de 1861 y 1880, pudo escribir como testigo de los acontecimientos que le había tocado presenciar.


Para preparar su trabajo se valió también de las obras que había logrado reunir, como las de Ulises Urbano Lassépas y del ya mencionado Hubert H. Bancroft. Mayor importancia aún concedió allí, con justificada razón, a otras fuentes de primera mano que obtuvo consultando los archivos locales y transcribiendo los relatos y aun manuscritos que le proporcionaron distinguidos sudcalifornianos o antiguos residentes en la península como José G. Villarino, Félix Gibert y Antonio Pedrín. El resultado de sus esfuerzos, su Historia de la Baja California., vino a ser una relativamente amplia obra, escrita en buen estilo y con sus correspondientes anotaciones en las que quiso dejar constancia del origen de los testimonios que tuvo a bien aducir.


A la muerte de don Adrián, acaecida en la ciudad de Guaymas en 1918, este trabajo suyo, así como otros ensayos y manuscritos, quedaron en poder de su hijo, el señor don Adrián Odilón Valadés Cobos”.

Honor a quien honor merece, y ojalá la lectura de esta breve biografía de la vida de un gran hombre motive a los jóvenes a investigar sobre el pasado de su tierra y la influencia decisiva que este tiene en el presente y futuro.


Bibliografía:

Historia de la Baja California 1850/1880 – Adrián Valadés. Prólogo de Miguel León-Portilla. UNAM 1974.


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