Imagen de sacerdote jesuita llegando a tierras ignotas
Autor Sealtiel Enciso Pérez
Cuando los intentos de colonización por parte de los conquistadores y pobladores laicos fracasaban o bien existían pocos o pobres incentivos que atrajeran el interés de los mismos, es ahí cuando entraban a la escena las órdenes religiosas las cuales buscaban en primer lugar la conversión de las almas de los naturales hacia la religión de la cual ellos eran portadores y representantes, pero aún así, también podemos considerar a las Misiones Religiosas como un medio de ocupación a través del cual el imperio o Corona que sufragaba sus gastos o que reclamaba el mencionado territorio, llevaba a cabo la colonización.
En el caso de las tierras Californianas, durante los 162 años que siguieron al auto de posesión que llevó a cabo Hernán Cortés, no se pudieron establecer poblaciones permanentes en sus tierras, debido principalmente a la carencia de un espíritu férreo y empecinado que sólo caracteriza a los miembros de una Orden religiosa. Fue hasta el año de 1697 en que impulsado por los deseos de los jesuitas Kino y Salvatierra, llegan a nuestra tierra y se establece el primer poblado permanente el cual fue llamado Real Presidio de Loreto.
Martirio del Jesuita Lorenzo Carranco en la Misión de Santiago de los Coras (1734)
En el caso de la llegada de los jesuitas y el establecimiento de las llamadas "Misiones" fue una especie de avanzada de las futuras expediciones seglares que se llevaron a cabo 70 años después y las cuales fueron encabezadas por un jefe totalmente independiente de la iglesia y adicto a los gobernantes civiles de la Corona. De cierta forma el bautizar y "convertir" a los naturales al cristianismo era una forma de insertarlos en el sistema político-social-jurídico que imperaba en las tierras "conquistadas". Aún el día de hoy la amalgama que surgió de la mezcla de costumbres religiosas y laicas es lo que conforma la cultura de los diferentes poblados de la tierra Californiana.
Bibliografía:
El régimen jesuítico de la antigua california - Ignacio del Río Chávez
.
Comentarios
Publicar un comentario