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La prohibición del uso de "tamemes" puso en peligro el descubrimiento de la California



Tamemes o cargadores indígenas en los primeros años de la Nueva España

Autor Sealtiel Enciso Pérez

Después de caída la gran Tenochtitlán, Hernán Cortés inició la construcción de varios barcos en el puerto de Tehuantepec. De este sitio partió la expedición de Diego Hurtado de Mendoza el 30 de julio de 1532 para iniciar la exploración de lo que en ese entonces se dio por llamar "la mar del sur" y que hoy conocemos como el Océano Pacífico. Lamentablemente esta expedición tuvo un final trágico y aunque logró llegar hasta las inmediaciones del norte de lo que hoy es el estado de Sinaloa, su comandante y muchos de sus soldados perecieron.

Ni tardo ni perezoso, Cortés redobla sus esfuerzo para enviar una nueva expedición hacia la mar del sur, de donde había recibido informes de que existía una isla habitada sólo por mujeres y en donde abundaba el oro y las perlas. Los indígenas que narraban estas leyendas llamaban a esa tierra Ciguatán, sin embargo es muy probable que para Cortés ese sitio tuviera más relación con la mítica California de la cual ya se contaba en la novela Las Sergas de Esplandián de gran gusto entre todos los comandantes españoles de aquellos años.


Lamentablemente el Marqués de Oaxaca había depertado el recelo y la envidia de muchos hombres poderosos de la Nueva España, entre los que podemos mencionar a la Audiencia de México la cual al conocer que la primer expedición enviada por Cortés había fracasado estrepitosamente inició una serie de intrigas para evitar que pudiera enviar otra expedición y así lograr su objetivo. La mencionada Audiencia de México había proclamado una serie de medidas de protección hacia los indígenas de la Nueva España, haciendo eco de las órdenes dictadas por el Rey, en donde se prohibía utilizar cargadores indígenas o "tamemes" para abastecimiento de barcos. Es así como desde la expedición de Diego Hurtado ya habían tenido contratiempos por estas leyes, pero ahora se hicieron más estrictas estas medidas.



Cortés argumentaba que él utilizaba a estos tamemes sólo de forma ocasional ya que la mayor parte de los pertrechos que enviaba a Tehuantepec, se trasladaban usando la corriente del río Coatzacoalcos, sin embargo un buen trecho lo tenían que hacer los tamemes cargando materiales por caminos sumamente difíciles. Ante la prohibición que amenazaba sus planes, Cortés se vio en la necesidad de acudir al Supremo Consejo de Indias en donde expuso una airada queja contra la Audiencia a la cual acusaba de interferir en sus planes y por lo mismo en los planes del Rey de España.


Afortunadamente para el mes de octubre de 1533 Cortés logró un fallo favorable y pudo enviar a sus dos naves: La Concepción y la San Lázaro al mando de Diego Becerra y Hernando Grijalva respectivamente, para que exploraran las costas del noroeste de la Nueva España.... lo que ocurrió después es muy sabido por todos nosotros.

Bibliografía:

A la diestra mano de las Indias Descubrimiento y ocupación colonial de la Baja California - IGNACIO DEL RÍO


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