Autor: Sealtiel Enciso Pérez
El proceso de aculturación que trajeron los sacerdotes Jesuitas a la California representó toda una serie de cambios que revolucionaron con un giro de 180 grados a la cultura que se tenía por los primeros pobladores de estas tierras.
Uno de los primeros cambios que intentaron acometer y que les representó un reto muy difícil fue el que los hombres se hicieran conscientes de su desnudez y que sintieran vergüenza de ella, por lo cual buscaban generar la necesidad de que utilizaran prendas de vestir para cubrirse. Este proceso fue sumamente tardado y no exento de dificultades ya que los naturales no consideraban la desnudez como algo de lo que debían avergonzarse por lo que disfrutaban de andar sin ropa por doquier, tal como lo habían hecho por miles de años en estas tierras. Se dice que por lo general, cuando un sacerdote o un colono, les ofrecía ropa a los indígenas para que se la pusiera de inmediato la rechazaban o la dejaban tirada en cualquier parte negándose a vestirla.
Cuando los sacerdotes intentaban convencer a los naturales para que utilizaran ropa se escandalizaban y se dieron varios desencuentros, incluso el mismo padre Juan María de Salvatierra tuvo amargas experiencias en donde los naturales lo desairaban cuando trataba de vestirlos.Cuando se lograba que alguno de los catecúmenos portara prendas y se encontraba con sus iguales era objeto de burlas y escarnio hasta que lo cansaban de tanto reírse de él que lograban que se quitara la ropa y nunca más volviera a utilizarla.
Se cuenta que el sacerdote Juan de Ugarte, el cual en ese entonces era el responsable de la Misión de San Juan Bautista Ligüí, logró que los padres de 2 adolescentes recién convertidos se quedaran a dormir en la sacristía de su templo. Por lo general encomendaba a estos naturales las tareas de catequizar a los naturales que recién llegaban y a que enseñaran las labores principales en las que se ocupaban los naturales que vivían en la misión. El sacerdote Ugarte como una forma de "civilizar" a este par de jóvenes les confeccionó con sus propias manos unos pantalones y camisas y les pidió que se las pusieran. Una vez finalizadas sus actividades en la Misión se trasladaron a visitar a sus familiares, sin embargo estos al verlo soltaron sonoras carcajadas y se estuvieron burlando de ellos por un buen rato. Esta situación finalizó cuando ambos jóvenes se quitaron la ropa y la dejaron colgada en unos árboles mientras acompañaban a sus familiares en la recolección de comida por el monte.
Sin embargo estos jóvenes no deseaban desairar al sacerdote Ugarte y con tal de tenerlo contento urdieron un plan. Durante el día, mientras andaban con la gente de su tribu, se quitarían la ropa y la guardarían. En la noche cuando se recogieran en la sacristía y en presencia del sacerdote Ugarte, se pondrían la ropa para hacerlo creer que la portaban con agrado.
Con el paso del tiempo y conforme los naturales fueron catequizados y se apropiaron de la cultura de los colonos, poco a poco abandonaron sus ancestrales costumbres. Empezaron a hablar el español y a utilizar ropa para cubrir sus cuerpos.
Bibliografía:
HISTORIA NATURAL Y CRÓNICA DE LA ANTIGUA CALIFORNIA - MIGUEL DEL BARCO
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